Resumen
Resumen
Intro:
Todos los detalles:
Evaluación de la cirrosis
Descripción:
Métodos de evaluación:
Historia clínica y exploración física:
Los profesionales sanitarios evaluarán la historia clínica del paciente, los factores de riesgo (por ejemplo, consumo de alcohol, infección crónica por hepatitis o afecciones metabólicas) y realizarán una exploración física para identificar signos de cirrosis como ictericia o agrandamiento del hígado.
Análisis de sangre:
Los análisis de sangre evalúan la función hepática y buscan marcadores de daño hepático, como enzimas hepáticas elevadas, bilirrubina y anomalías en la coagulación. Estas pruebas ayudan a comprender el alcance de la lesión hepática.
Técnicas de imagen:
Ecografía: Imagen no invasiva para detectar el tamaño del hígado, su textura y cualquier anomalía como nódulos o aumento de la rigidez.
Fibroscan o elastografía transitoria: Mide la rigidez del hígado para estimar la fibrosis y la gravedad de la cirrosis.
IRMo TC: Ofrece imágenes detalladas de la estructura del hígado para evaluar la extensión de la cirrosis y detectar cualquier complicación relacionada.
Biopsia hepática:
Sistemas de puntuación no invasivos:
Objetivos de la evaluación:
Diagnóstico: Confirmar la cirrosis y determinar la causa subyacente (por ejemplo, hepatitis vírica, trastorno por consumo de alcohol).
Gravedad: Evaluar el grado de daño hepático y cicatrización para comprender el estadio de la enfermedad y orientar el tratamiento.
Riesgo de complicaciones: Identificar a los pacientes con mayor riesgo de complicaciones relacionadas con la cirrosis, como la hemorragia por varices o el cáncer de hígado.